domingo, 5 de agosto de 2012

Teléfono Rojo

No se le vio en muchos mítines de Andrés López.
Tampoco ha hecho declaraciones a favor del candidato presidencial de las izquierdas.
Sin embargo, su afinidad está documentada desde 2006, cuando jugó a ser secretario de Gobernación en primera instancia y, tras la derrota mínima del Peje ante el panista Felipe Calderón, se imaginó ser el presidente en la crisis y por ello dejó correr versiones.
Hoy, sin embargo, Juan Ramón de la Fuente no tiene menos alternativas.
Ni la derrota del caudillo tabasqueño es por cifras marginales ni hay la menor posibilidad de un interinato al término del gobierno de Calderón.
Los números no dejan esa duda: el priísta Enrique Peña será el próximo presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos con todas las de la ley porque simple y sencillamente ganó en cumplimiento de las reglas fijadas por la Constitución y por el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe).
¿Es Peña un hombre desconocido para De la Fuente?
De ninguna manera.
Como rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), De la Fuente tuvo contacto con él y aparecieron en muchas fotos, bien sea en plática en actos oficiales o en reuniones donde ellos eran estrellas.
Hasta amigos, diríase de ellos en términos absolutamente políticos.
Sin embargo, De la Fuente tiene una ligera esperanza de incorporarse una vez más al gobierno de la república, al cual perteneció como secretario de Salud en tiempos de Ernesto Zedillo hasta el momento de ser enviado a la UNAM para sacarla del marasmo en el el cual la metieron Alejandro Echevarría Zarco, El Mosh, y otros revoltosos porque Francisco Barnés tuvo la osadía de actualizar las cuotas de ingreso a la Universidad .
¡Vaya osadía!
HOY ES MAS CONFIABLE CUAUHTEMOC CARDENAS
Juan Manuel de la Fuente, decíamos arriba, todavía tiene la esperanza de ser llevado al gobierno federal.
Se cree llamado a la redención de la república.
Para documentar este dicho, hagamos un poco a la historia:
Antes de regresar a los brazos de Andrés López, mucho antes de ser candidato a secretario de Educación Públia,De la Fuente buscó y logró una cita con Enrique Peña, candidato presidencial del PRI.
¿Desealtad con López?
Sólo él lo sabe.
La historia es la siguiente:
En febrero pasado, cuando Peña ya había dejado en el camino a Manlio Fabio Beltrones, el ex rector de la UNAM buscó y obtuvo una cita con el candidato presidencial del PRI.
Acudió, cuenta él mismo, acompañado de Santiago Levy, ex subsecretario de Egresos y ex director del Instituto Mexicano del Seguro Social.
¿De qué hablaron?
Del proyecto de gobierno, naturalmente.
Tal vez no sintió suficiente calor, porque luego fue a donde Andrés López y éste sí lo cobijó con el mejor de sus abrigos y lo presumió como inminente secretario de Educación Pública para enfrentar a Elba Esther Gordillo.
El Peje no actuó motu propio.
Antes de difundirlo a la opinión pública habló con De la Fuente y le informó de su propósito.
Siempre de acuerdo al ex rector, De la Fuente le agradeció la distinción y le dijo no tener objeción.
-Si a ti te sirve, Andrés, usa mi nombre. Yo no tengo ningún problema.
Así salió su nombre.
Hoy ese antecedente puede serle fatal:
López seguirá como un López cualquiera ante la ley -no ante su feligresía, la cual le mantendrá su pleitesía-, no le será entregada la Presidencia y Peña, quien proyecta un gobierno plural, no está en condiciones de incorporar a De la Fuente por su cercanía con López y menos como secretario de Educación Pública, donde sería rechazado por muchos políticos de todo signo y distintas posiciones por su juego ambiguo, desleal y poco confiable.
A estas alturas es más fácil convocar a Cuauhtémoc Cárdenas para poner en orden a Pemex, pero eso está por verse.
Si algún coqueteo o puente con la izquierda pudiera tenderse, no será De la Fuente el vehículo.
DERROTA DEL PRI POR LA NO ALIANZA EN YUCATAN
Yucatán es muestra de muchas cosas buenas y algunas malas de la elección del 1 de julio.
Fue el estado con mayor votación: más de 76 por ciento del listado nominal, explicable acaso en la convergencia por primera vez de los comicios federales y los estatales y municipales, lo cual implica Presidencia de la República, senadores, diputados federales, gobernador, diputados locales y 106 presidentes municipales.
En ese marco, se superó el aserto de la oposición según el cual a mayor participación, derrota segura del PRI.
Su candidato Rolando Zapata ganó con más de 516 mil votos, casi 100 mil más de los obtenidos por el panismo.
Fue, además, uno de los estados donde hubo mayor margen entre el primero y el tercer lugares, distancia real entre el priísta Enrique Peña y el perredista Andrés López.
Ayer Zapata recibió la constancia de mayoría del Instituto Estatal Electoral de Yucatán y desde este lunes comenzará el cuarto recorrido por el estado para agradecer el voto.
Es, puntualizó, el remate de tres pasos previos: la primera gira para presentarse como candidato del PRI, la segunda para escuchar demandas y la tercera para, con base en proyecciones presupuestarias y coordinación con autoridades federales, adquirir compromisos.
Once de esos compromisos fueron firmados alalimón con Peña.
Puestos en la lupa, los sufragios dan una voz de alerta: por fallas de votación el PRI y el Verde no logran las dos senadurías de mayoría.
Casi 70 mil votos fueron anulados porque la gente cruzó los dos logotipos, el del PRI y el del Verde, sin ir en alianza.
¡Casi 70 mil votos nulos!
Iban juntos en todo, menos al gobierno estatal y al Senado.
No es caso único: por la misma causa el PRI no tendrá mayoría absoluta en el Senado de la República, pues en varios estados se repitió este fenómeno.
Este hecho puede verse como parte de la subcultura política nacional, pero también es voz de alerta para los partidos y seguramente será parte de los proyectos de reforma para las próximas elecciones.

http://www.quadratin.com.mx/Analistas/Telefono-Rojo175